21 de Julio, Domingo.
Hoy es el primero de los dos días de transición que me quedan por delante. Jornadas donde lo que importa es avanzar lo máximo posible sin perder de vista el objetivo: tengo que estar pasado mañana a las puertas de los Cárpatos si quiero tener un regreso más relajado y "turístico".
Esta jornada me toca hacer casi 500 km. por carreteras en no muy buen estado, atravesando Croacia y Serbia.
En apenas una hora ya estoy en el control de salida de Croacia. Hoy tambien hace calor, y mucho. Vaya días llevo. Por suerte no hay mucha gente en la frontera y no tardo mucho en darle mi pasaporte al agente de aduanas, que intrigado por saber a donde voy me hace una serie de preguntas:
- "España?"
- "Yes."
- "where arrre you going...?"
- "Transfagarasan road, Romania..."
-" Haaaaaaaaa.... Romaniaaaaaaa.... romanian girlssssss... HA, HA, HAAA!!" (ríe escandalosamente mientras dibuja una silueta de mujer con sus manos)
-"No, no, no romanian girls, only one girl to me, my motorcycle..."
-"Yes, yes... romanian girlssssss... HA, HA, HAAA!!, good luck!!" (guiñandome el ojo unas cien veces)
Esta jornada me toca hacer casi 500 km. por carreteras en no muy buen estado, atravesando Croacia y Serbia.
En apenas una hora ya estoy en el control de salida de Croacia. Hoy tambien hace calor, y mucho. Vaya días llevo. Por suerte no hay mucha gente en la frontera y no tardo mucho en darle mi pasaporte al agente de aduanas, que intrigado por saber a donde voy me hace una serie de preguntas:
- "España?"
- "Yes."
- "where arrre you going...?"
- "Transfagarasan road, Romania..."
-" Haaaaaaaaa.... Romaniaaaaaaa.... romanian girlssssss... HA, HA, HAAA!!" (ríe escandalosamente mientras dibuja una silueta de mujer con sus manos)
-"No, no, no romanian girls, only one girl to me, my motorcycle..."
-"Yes, yes... romanian girlssssss... HA, HA, HAAA!!, good luck!!" (guiñandome el ojo unas cien veces)
Por lo que parece la belleza de las mujeres rumanas goza de buena prensa por estos lares...
Todavía estaba riéndome de la reacción del agente y ya estaba tragando kilómetros como un poseso, eso sí, no se podía avanzar demasiado rápido porque había zonas donde el efecto del calor y el mal mantenimiento de las carreteras hacía que el asfalto pareciese marmol pulido, con la consiguiente falta de adherencia, asi que con mucho cuidadito fui siguiendo el curso del río Drina hasta Visegrad donde ya me desviaría para entrar en Serbia. Todo este trayecto se parecía muchisimo a Galicia (otra vez), tanto es así, que entre que tenia algo de prisa y que el paisaje me resultaba tan familiar apenas hice fotos.
Todavía estaba riéndome de la reacción del agente y ya estaba tragando kilómetros como un poseso, eso sí, no se podía avanzar demasiado rápido porque había zonas donde el efecto del calor y el mal mantenimiento de las carreteras hacía que el asfalto pareciese marmol pulido, con la consiguiente falta de adherencia, asi que con mucho cuidadito fui siguiendo el curso del río Drina hasta Visegrad donde ya me desviaría para entrar en Serbia. Todo este trayecto se parecía muchisimo a Galicia (otra vez), tanto es así, que entre que tenia algo de prisa y que el paisaje me resultaba tan familiar apenas hice fotos.
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Tal cual una carretera de Lugo. |
En la frontera Serbia habia un colapso total de camiones y turismos que me salté a la torera para no morir deshidratado, a nadie pareció importarle así que en apenas unos minutos... ya estaba en Serbia!
Se hace raro pasar de un país a otro con tanta rapidez, pero salvo el parque móvil y el estado de las edificaciones apenas se diferencian unos de otros. En el caso de Serbia sí se apreciaba algo más de movimiento comercial, visto sus pilígonos, con muhcas naves nuevas y abundante tráfico de camiones. Ese no era el caso de Bosnia, mucho mas abandonado y con menos movimiento.
Una cosa que me llamó mucho la atención es lo lento que se conduce y lo poco que se adelanta, o al menos ese día es lo que ví. El camino se hizo bastante largo y pesado por esta razón, parecía que no llegaría nunca a Krusevac, donde tenía planificado pasar la noche. Solo paré para comer un goulash con arroz bastante rico a orillas del río y repostar. Lo importante es mantener un buen ritmo de marcha y parar lo menos posible porque estaba claro que no podía ir a mucha velocidad.
Los kilómetros fueron cayendo sin mayor interés y la noche se fue acercando. Paré a las afueras de Krusevac para echar un vistazo a la oferta hotelera en internet, ya que no tenía ni el tiempo ni las ganas de andar buscando alojamiento por la ciudad. Encontré un hotel que parecía tener restaurante, el Hotel Novi Palas. Tenía Parking cubierto y una gasolinera a 50 metros. No necesitaba más.
Han pasado unas cuantas horas desde el goulash con arroz y mi estómago exige algo de atención así que le pregunto a la recepcionista si puedo cenar algo despues de instalarme, dice que ningún problema. Hago la pregunta porque nada mas poner un pie dentro del hotel me dá la sensación que soy el único cliente hospedado. Y creo que no me equivoco porque el silencio es absoluto y la mayor parte del hotel está en penumbra. Está claro que este lugar vivió épocas mejores porque el mobiliario y la decoración son bastante anticuados, no obstante, mi habitación es muy
espaciosa y solo me ha costado 30 euros así tampoco nos íbamos a porner tiquismiquis. Una ducha y a cenar algo.
Pues se vé que de lo de cenar, pues como que no.
Cuando le pregunto a la recepcionista que donde está el restaurante me dice que espere un momenttito. Coge el teléfono y al cabo de un par de minutos comienza a dar gritos. Parece que desde el otro lado de la línea telefónica tambien estan gritando. Aunque no entiendo lo que dicen, me huelo que está hablando con el cocinero, que debía estar en su casa, para que viniese cagando leches para el hotel. Supongo que el cocinero la estaba mandando directamente a tomar por el culo. Tras unos minutos de crispación, la señorita colgó y me dice que lo siente mucho pero que hay un problema con la cocina y que no puede darme de cenar. Le pregunto si hay algún sitio cercano donde poder comer algo y me contesta que a esa hora ya debe estar todo cerrado, que igual en las afueras... no, no,no... de coger la moto otra vez nada.
Subí a mi habitación de mala hostia pero con cautela, no fuese a ser que me cruzase con las niñas de "El Resplandor" por esos pasillo tenebrosos.
Vaya hotel.
Menos mal que tenía mi kit de supervivencia. Nunca salgais sin él, dejad el de reparar pinchazos y llevad este, compensa.
Devoré los embutidos con ayuda de pan y bebida que compre en la gasolinera de enfrente, así que por lo menos salí del paso. Sólo esperaba que al día siguiente por lo menos hubiese desayuno...
Se hace raro pasar de un país a otro con tanta rapidez, pero salvo el parque móvil y el estado de las edificaciones apenas se diferencian unos de otros. En el caso de Serbia sí se apreciaba algo más de movimiento comercial, visto sus pilígonos, con muhcas naves nuevas y abundante tráfico de camiones. Ese no era el caso de Bosnia, mucho mas abandonado y con menos movimiento.
Una cosa que me llamó mucho la atención es lo lento que se conduce y lo poco que se adelanta, o al menos ese día es lo que ví. El camino se hizo bastante largo y pesado por esta razón, parecía que no llegaría nunca a Krusevac, donde tenía planificado pasar la noche. Solo paré para comer un goulash con arroz bastante rico a orillas del río y repostar. Lo importante es mantener un buen ritmo de marcha y parar lo menos posible porque estaba claro que no podía ir a mucha velocidad.
Los kilómetros fueron cayendo sin mayor interés y la noche se fue acercando. Paré a las afueras de Krusevac para echar un vistazo a la oferta hotelera en internet, ya que no tenía ni el tiempo ni las ganas de andar buscando alojamiento por la ciudad. Encontré un hotel que parecía tener restaurante, el Hotel Novi Palas. Tenía Parking cubierto y una gasolinera a 50 metros. No necesitaba más.
Han pasado unas cuantas horas desde el goulash con arroz y mi estómago exige algo de atención así que le pregunto a la recepcionista si puedo cenar algo despues de instalarme, dice que ningún problema. Hago la pregunta porque nada mas poner un pie dentro del hotel me dá la sensación que soy el único cliente hospedado. Y creo que no me equivoco porque el silencio es absoluto y la mayor parte del hotel está en penumbra. Está claro que este lugar vivió épocas mejores porque el mobiliario y la decoración son bastante anticuados, no obstante, mi habitación es muy
espaciosa y solo me ha costado 30 euros así tampoco nos íbamos a porner tiquismiquis. Una ducha y a cenar algo.
Pues se vé que de lo de cenar, pues como que no.
Cuando le pregunto a la recepcionista que donde está el restaurante me dice que espere un momenttito. Coge el teléfono y al cabo de un par de minutos comienza a dar gritos. Parece que desde el otro lado de la línea telefónica tambien estan gritando. Aunque no entiendo lo que dicen, me huelo que está hablando con el cocinero, que debía estar en su casa, para que viniese cagando leches para el hotel. Supongo que el cocinero la estaba mandando directamente a tomar por el culo. Tras unos minutos de crispación, la señorita colgó y me dice que lo siente mucho pero que hay un problema con la cocina y que no puede darme de cenar. Le pregunto si hay algún sitio cercano donde poder comer algo y me contesta que a esa hora ya debe estar todo cerrado, que igual en las afueras... no, no,no... de coger la moto otra vez nada.
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Ni Dios. |
Subí a mi habitación de mala hostia pero con cautela, no fuese a ser que me cruzase con las niñas de "El Resplandor" por esos pasillo tenebrosos.
Vaya hotel.
Menos mal que tenía mi kit de supervivencia. Nunca salgais sin él, dejad el de reparar pinchazos y llevad este, compensa.
Devoré los embutidos con ayuda de pan y bebida que compre en la gasolinera de enfrente, así que por lo menos salí del paso. Sólo esperaba que al día siguiente por lo menos hubiese desayuno...
RUTA DEL DÍA
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Distancia: 485 km. --- Vel media: 65 km/h --- Vel max.: 107 km/h |
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